Fan art – imagen de uno de los varios vídeos creados por fans, y subido en Youtube, sobre la historia de amor en la tercera temporada de Skam.
"@skamts Todavía ni sé cómo sigo viva después de este episodio #skam"
Esto es lo que tuiteó un fan hispanohablante sobre Skam hace poco. Skam es una serie de televisión noruega sobre adolescentes que estas semanas, por medios sociales, se está propagando por todos los continentes. Cada viernes se emite un nuevo episodio. Sin embargo, se puede seguir la serie toda la semana, puesto que en la página web oficial, la historia continúa en tiempo real (así, si se supone que hay una fiesta un día a las dos de la mañana, el clip se publica ese día a esa misma hora). Los clips de cada semana se juntan en un episodio entero. Los chats por Facebook y mensajes SMS entre los personajes también se publican en la web. Los personajes incluso tienen cuentas de Instagram que los espectadores pueden seguir.
Skam desafía estereotipos, aborda conflictos actuales y muestra una voluntad de dar herramientas a los jóvenes para afrontarlos. Cada temporada tiene un protagonista diferente, aunque siempre alumno del instituto Hartvig Nissen. En la tercera temporada, la actual, el protagonista es Isak, un chico de 17 años, a quien conocemos ya de las temporadas precedentes.
El tema de esta temporada es su proceso de salir del armario, su historia de amor con Even, un chico del instituto dos años mayor que él. Un problema es que Isak no se puede identificar con lo que para él representa ser gay, un estereotipo: "alguien que habla de chupar pollas, de Kim Kardashian, que utiliza rímel, medias y fragancia de lavanda y que va al gay pride". Isak escucha hip pop y va a fiestas con sus amigos en las que el principal objetivo es ligar chicas. En el primer clip de la temporada sus amigos le presionan para que intente acostarse con una. Conseguirá besar a Emma frente a ellos, pero incapaz de ir más allá, tendrá que rechazarla, lo que le generará una intensa frustración.
A la semana siguiente Isak ve a Even por primera vez y no consigue apartar su mirada de él. Even, que se percata de ello, acabará tomando la iniciativa, cuando se encuentren en los lavabos de la escuela. La cámara construye el carácter misterioso de Even, deteniéndose en su gesto de coger todos los papeles del dispensador, el porro detrás de la oreja, la expresión de Isak,… A continuación, sentados en un banco, fumando y riendo en la noche otoñal, la intensidad de la escena y la química entre ambos son evidentes.
Los días posteriores Isak tiene dificultades para dormir. Se esfuerza por mirar fotos de Emma, busca en Internet cómo llegar a desear a una chica. A escondidas, también busca información sobre Even, pero resulta que no tiene cuenta de Facebook, ni Snapchat,… lo que acrecienta su misterio. Lo único que descubre es un vídeo en el que Even es entrevistado acerca de una película en stop-motion que estaba haciendo en el instituto al que iba, antes de cambiar a Hartvig Nissen.
El vídeo existe realmente en Internet. Los fans pueden así identificarse con Isak, haciendo el mismo gesto que él, lo que aumenta la sensación de que los personajes son personas reales en nuestras vidas.
En este vídeo, Even dice que le gustan las historias de amor épicas, y que su director favorito es Baz Luhrmann. Afirma también que en una historia de amor épica, uno siempre tiene que morir, lo que varios fans interpretaron como indicio de que la incipiente historia de amor entre Isak y Even acabará en tragedia. Claro que, posteriores referencias a Pretty Woman (Garry Marshall, 1990) provocaron la reacción contraria, dando esperanzas a los mismos fans.
“@rematetomate He visto el nuevo clip de #skam y es muy bonito todo. Lo malo es que auguro un enorme angst detrás de la esquina. Necesitan hablar.”
En las semanas siguientes, Even recreará varios momentos de Romeo+Juliet (Luhrmann, 1996) con Isak. Así, en una escena que exuda libertad, Even, disfrazado de Dios, encuentra el momento para escapar, en bicicleta, de una fiesta de Halloween con Isak (vestido de Julio César). Tras parar frente a una casa, Even convence a Isak para entrar y bañarse en la piscina, donde se besarán por primera vez, un eco del beso de la piscina de Romeo+Juliet.
Al día siguiente, en el clip “El cerebro está solo”, los veremos tumbados en la cama, donde Isak expondrá, entre besos y caricias, su fascinación por el concepto de universos paralelos: que todo lo que puede pasar, ocurre también en otra dimensión, que hay infinitos Isaks y Evens en la cama como ellos, y que sólo un pequeño detalle es diferente en cada universo.
Aunque a Even, en cambio, le angustia el concepto de universos paralelos, también lo utilizará. Tras pasar una noche juntos, Isak se despierta solo en su cama. Even se ha ido, pero le ha dejado un dibujo con dos viñetas, mostrando, en una de ellas, el detalle sin el que aquel beso en la piscina nunca habría existido. En el dibujo incluye, además, un fragmento de la letra de una canción del músico de hip pop Nas: “I don’t sleep cuz sleep is the cousin to death”[1]. Cuando estén separados, Even enviará a Isak otros dibujos mostrándole la dimensión paralela en la que sí están juntos.
Pero en la hiperrealista Skam, este concepto no se limita a un juego referencial. Muchos de los actores, no profesionales, tienen la misma edad que sus personajes. Algunos incluso son o han sido alumnos del instituto Hartvig Nissen. El equipo de la serie entrevistó a miles de jóvenes para documentarse. Pero es la manera de contar y filmar donde mejor se expresa ese hiperrealismo. Los episodios, de poco más de 20 minutos, se dividen en clips en tiempo real, normalmente de uno a tres minutos. Cada clip es muy eficaz y se centra sobre todo en las emociones del protagonista, filmado a menudo en primerísimos planos.
Paradójicamente, quizás, este realismo hace que Skam genere infinitos universos paralelos. Todos los fans somos variaciones de Isak en cierto modo. No en vano, existe un hashtag, en el campo de comentarios en la página de Skam, llamado “#jegerIsak (“yo soy Isak”). Las señales que Isak no llega a interpretar, las intentamos interpretar nosotros. Basándonos en estas interpretaciones, entramos en un estado metalingüístico en el que las referencias que significan algo para Isak, significan otra cosa, algo más universal para los espectadores, y algo único y personal para cada fan. Las interpretaciones no sólo sirven para hacer hipótesis del desarrollo de la historia, sino también como ejercicios de auto-reflexión con respecto a cómo queremos actuar en nuestra propia vida.
Pero hay otro factor imprescindible que explica por qué los seguidores dedican tanta energía a la serie: la sensación de que lo que está emergiendo entre Isak y Even, sobre todo a partir del clip “El cerebro está sólo”, es amor verdadero.
Lo único que perturba el profundo cariño que transmite este clip, es la canción que lo acompaña: I’m not in love de 10CC. “I'm not in love / So don't forget it / It's just a silly phase I'm going through”. Sin embargo, una interpretación habitual de este tema clásico de los 70, es que el protagonista, en realidad, sí está enamorado. Y es a esa interpretación a la cual nos adherimos los shippers de Isak y Even, varios de los cuales se juntan en twitter bajo la categoría #Evak (EVen isAK). En cualquier caso, este uso extradiegético de la música pone de manifiesto que el motor fundamental del interés, esfuerzo y pasión con que los fans buscan señales, se debe a la importancia existencial que tiene para ellos. No se trata sólo de la curiosidad por conocer cómo termina una ficción, sino de descubrir si el amor verdadero puede realmente sobrevivir o no.
“@uendeligelsker No sabía lo que el amor era hasta que comencé a ver Skam y conocí a Isak y Even... #Skam #Evak”
La directora política del periódico semanal Morgenbladet, Lena Lindgren, se hace esta pregunta, refiriéndose a una reciente investigación sobre si el ideal de amor romántico nació en las elegías romanas. Si es así, la poeta lesbiana de la Antigüedad clásica, Sapfo, ha inspirado la tradición diegética occidental de amor. Según Lindgren, esto puede explicar que reconozcamos el amor puro como un estado que transciende las expectativas sociales de distribución de roles y reproducción. Esto resuena en algunos comentarios vertidos en twitter (y otros universos paralelos de Skam), según los cuales, el amor entre Isak y Even es tan real porque, en parte, está elevado y liberado de roles y expectativas tradicionales. Es decir que el amor homosexual puede tener más capacidad que el heterosexual para demostrar el amor romántico universal.
Isak y Even están enamorados, pero van a encontrar dificultades que exigirán de ambos que afronten miedos y se cuestionen algunas de sus convicciones. Ya veremos, en los pocos días que quedan de la temporada, si el proceso que la serie les ha hecho atravesar, les ha dado las herramientas necesarias. Lo que es cierto es que esta historia de amor no terminará ni como en Romeo+Juliet, ni como en Pretty Woman, porque el amor en la vida real es diferente del amor en una película. O, por lo menos, esto parece ser el mensaje del clip del pasado viernes 9 de diciembre, titulado “O Helga natt” (“O Noche Santa”). Sin embargo, y paradójicamente, este clip – ya celebrado por varios fans como el mejor momento de la televisión noruega- es quizás el que más se distancia del carácter realista de la serie, acercándose mucho más al carácter mítico del cine.
La única frase expresada en este clip, de seis minutos, es: “no estás solo”. Cuando el universo de Skam, como hemos visto, genera universos paralelos infinitos, creados por los fans, no deja de ser curioso que la serie nos diga precisamente eso, que no estamos solos.
© Heidi Karlsen, diciembre 2016
[1] Las canciones de la serie, también sujeto de interpretación y premoniciones por parte de los fans, se encuentran, como playlists, en Spotify y Tidal, actualizándose a medida que la serie avanza.